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15 de junio de 2011
Reconocer los errores
Se necesita un carácter grande y noble para cambiar de opinión y retomar el camino recto después de haber empezado mal. Demasiado a menudo, nuestra propia mente tiende a justificar nuestra permanencia en el camino erróneo después de haber entrado en él. ----El Libro de Urantia, Pág. 1981
¡Qué cierta es la cita de hoy! cuántas veces permanecemos a sabiendas en medio del mal, por la sola tosudez de no dar nuestro brazo a torcer. Cuántas veces nos resulta demasiado difícil el disculparnos frente a quienes hemos ofendido, por el sólo orgullo de no querer reconocer que nos equivocamos... Y lo que aún es peor cuántas veces nos autoengañamos creyendo que porque sabemos un poco más que el común de las personas somos espirituales.
Cambiar de opinión y no aferrarnos a lo que en momento fue cierto para nosotros, es tener sabiduría, porque ella precisamente nace "de las pruebas y los errores de la experiencia humana"58 pues "la sabiduría es de doble origen, se deriva de la perfección del discernimiento divino, intrínseco en los seres perfectos y de la experiencia personal adquirida por las criaturas volitivas"216 y para nosotros criaturas finitas y con una mente limitada este proceso de asimilar la enseñanza y ponerla en práctica para que se convierta en algo vivo, es un camino lento que requiere de mucho esfuerzo y también de mucha constancia, porque nadie evoluciona en un día.
Dios no nos pide que seamos perfectos de la noche a la mañana, pues la perfección es un proceso lento y no alcanzable en esta vida, "es una meta no nuestro origen"805 por eso, no es tan importante lo que hacemos como lo que tratamos de hacer, porque "el Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga por los deseos íntimos y las intenciones sinceras"1571
" La experiencia, la sabiduría y el juicio son los concomitantes de la prolongación de las unidades del tiempo en la experiencia mortal. A medida que la mente humana piensa hacia atrás en el pasado, evalúa la experiencia pasada con el propósito de aplicarla a la situación presente. Cuando una mente va hacia el futuro, intenta evaluar el significado futuro de una acción posible.
Habiendo así tomado en cuenta tanto la experiencia como la sabiduría, la voluntad humana despliega una decisión y juicio en el presente y el plan de acción así nacido del pasado y del futuro se vuelve existente.1295 y de esta forma lentamente vamos aprendiendo a unir el pasado con el presente y el futuro. Debemos estar atentos a las señales que la Vida nos va dando para no errar el Camino, porque muchas veces nos exponemos gratuitamente al mal al no hacer nada por evitar la tentación, la cual no siempre es lo que hacemos mal, sino también las veces que dejamos de hacer el bien.
Nada nos aleja más del Bien, que el justificar nuestras faltas en vez de reconocer nuestros errores, porque al hacerlo obedecemos a nuestro ego, en vez de escuchar la voz interna de nuestro Espíritu que nos guía hacia lo que es bueno, verdadero y bello.
Al justificar nuestra faltas nos estamos privando de la oportunidad de avanzar en la búsqueda de la verdad, porque nadie busca lo que ya cree poseer. "La religión es una revelación al alma humana que se refiere a las realidades espirituales que la mente por sí sola jamás podría descubrir ni desentrañar completamente. El esfuerzo intelectual puede revelar los hechos de la vida, pero el evangelio del reino da a conocer las verdades de ser.1641
El pedir disculpas, el reconocer los errores, no empequeñece a nadie, por el contrario ese reconocimiento de la falta, se convierte en energía positiva que nos ayuda a ser mejores. Cambiar de opinión es aprender a ser dúctil con nosotros mismos, porque nunca debemos olvidar que en esta vida nada es definitivo."nada puede ser probado en forma absoluta, tanto la ciencia como la religión se basa en suposiciones"1139 entonces ¿por qué nos empeñamos tanto en ser nosotros infalibles y esconder en vez de reconocer nuestros errores?
Esta forma equivocada de vivir nos hace ser complacientes con nosotros mismos y a la vez intolerantes e injustos, porque exigimos a los demás lo que nosotros no somos capaces de hacer, olvidando que " la intolerancia es la máscara que oculta secretas incertidumbres sobre la verdad de las creencias de uno.
Ningún hombre nunca se molesta por la actitud de su prójimo, si tiene absoluta confianza en la verdad de lo que cree de todo corazón. El coraje es confianza en la total honestidad de lo que profesamos creer. Los hombres sinceros no temen el examen crítico de sus convicciones firmes e ideales nobles.1641porque saben que la fe viva no fomenta el fanatismo, la persecusión, ni la intolerancia.1115
No tengamos miedo a cambiar de opinión, ni tampoco a reconocer nuestros errores, porque la verdad no es estática y porque son nuestros errores corregidos los que nos llevan a la comprensión de la verdad.
Yolanda Silva Solano
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